17.3.09

Entrevista con El Bordo



Este sábado, El Bordo se estará presentando en Ciudad Cultural Konex. Luego de presentarse en San Miguel y previo a las escalas en Córdoba y Santa Fe, Miguel (batería) y Pablo (bajo) nos adelantan todo sobre su el show del fin de semana y los planes para este año.

-¿Cómo se están preparando en lo que será la primera fecha en Capital de 2009?
Pablo: Estamos ensayando mucho, haciendo mucha prensa para la fecha porque queremos que se sepa, que todo el mundo pueda venir. Es una apuesta distinta que hace la banda en un lugar donde todavía no hubo una movida de este tipo, lo cual también nos incentiva. Ensayando, dándole la misma importancia, porque la tiene, que le dábamos en su momento a Obras, Ferro o Argentinos. Es una fecha en un estadio para la banda, así que poniéndole todo, como ponemos siempre.

-¿Cómo llegaron al Konex? Ya que es un lugar donde no suelen ir a tocar bandas.
Miguel: De hecho es una sala de teatro. El lugar lo conozco hace tiempo, incluso una vez he ido a ver a Fito Páez ahí. Lo veíamos como un lugar que estaba muy bueno para tocar, era poco convencional, podía llegar a ser algo novedoso y con una muy buena ubicación. Empezamos con la idea en la sala, internamente. Luego, buscamos un contacto, hablar con los dueños. Por suerte, ellos accedieron. Corrieron el riesgo, como que no están acostumbrados a tener un evento rockero. Una vez que estaba confirmado, fuimos a ver el lugar y nos imaginamos cómo armar el escenario. Lo primero que hicimos fue armar la lista de temas, porque en base a eso pudimos desarrollar el resto de las ideas que tienen que ver con los invitados musicales que puede llegar a haber, los juegos de luces que vamos a poner y por último el tema de las pantallas, que vamos a priorizar ya que es un lugar al aire libre y su infraestructura lo permite. Vamos a hacer un juego de pantallas junto con la música.
Pablo: Y un poco vamos a jugar con el lugar, no es el típico escenario al fondo con un telón. Vamos a aprovechar eso y las pantallas.

-¿Cómo es el lugar?
Miguel: Hay varias salas de teatro en el lugar que están alrededor de un patio central. De ese patio surge una escalera que cuando hay teatro sirve para ir a las salas de arriba. La idea nuestra es tocar en ese patio central que es al aire libre, siempre y cuando tengamos buen clima. Sino hay un plan b, esperemos no tener que usarlo (risas). La idea es tocar ahí y utilizar parte de la escalera como escenario.

-Después del Konex, ¿qué planes tienen para este 2009?
Miguel: Vamos a tocar en el conurbano y mucho por el interior. Además, ya hay temas nuevos para ir pensando en una próxima pre producción. El laburo que tenemos todos los años: girar y tocar.
Pablo: Hasta mitad de año sabemos que hay muchas fechas cerradas y después de eso, si todo va bien, si los temas van cerrando, la idea es para julio o agosto entrar a grabar el sucesor de “Yacanto”. Después ya no te puedo decir, porque una vez que sale el disco arranca una etapa nueva, un ciclo nuevo.



Anunciando que próximamente entrarían a grabar un nuevo disco, la banda nos cuenta qué conclusiones saca de “Yacanto”, a casi 2 años de su lanzamiento.

-¿Qué análisis hacen de “Yacanto”?
Miguel: Fue un disco re contra importante para la banda. Nos dio la posibilidad de ser escuchados, por lo fuerte que es el disco y por el impacto que genera a nivel sensación. Nos hizo ganar mucho respeto. Somos una banda que por ahí se nos encasillaba mucho en algunos lugares, y hoy en día se nos escucha un poco más antes de encasillarnos. Lo que quiero decir es que cuando leés las críticas que hacen del disco son acertadas, las referencias que hacen en cuanto a sonoridad, que son realmente las que nosotros escuchábamos. Queríamos que suene así, por eso creemos que el disco fue bien entendido.
Pablo: Por otro lado, la gente que nos viene a ver ya tiene los temas de “Yacanto” más asimilados y en el termómetro rankean siempre entre las más cantadas.
Miguel: Tratamos de no poner muchos temas seguidos de un mismo disco, entonces como se escalona siempre y los de “Yacanto” tienen como un pico más alto, comparándolos con el anterior o posterior que seguramente son de otro disco.
Pablo: También, el momento que uno se engancha con la banda es el de enamoramiento. Después, fue el primer disco que logramos hacer una presentación a nivel nacional, de punta a punta prácticamente. Es el disco más buscado en las bateas por la gente, con lo cual eso habla bien de él, asi que estamos re contentos. Por suerte, no nos cansamos aún y nos sigue gustando tocarlo en vivo, ya no tenemos la presión de “hay que presentar el disco”. A partir del show de Argentinos eso ya se cortó y armamos las listas viendo todos los discos, ya no hay que empezar con un tema del último disco ni terminar el show.

-¿El próximo disco va a ser igual de impulsivo? ¿Va a seguir la misma línea musical?
Miguel: El toque rockero que tiene “Yacanto” ya está incorporado en nuestra manera de tocar, eso desde ya que va a estar, pero el disco a nivel canciones es un poco menos orientado tan uniformemente, es como que abre la cancha.
Pablo: Las composiciones vienen más variadas, digamos.
Miguel: Claro, a partir de ahí como que se abre el juego. Una abertura para ese lado nos va a permitir poner diferentes instrumentaciones, para que sea un disco con una gama diferente de color. “Yacanto” genera siempre las mismas sensaciones, entonces queremos hacer uno que te vaya llevando por diferentes lugares, siempre estando dentro del rock.
Pablo: Por ahí, cuando decís “impulsivo” lo relaciono con el hecho de que “Yacanto” salió al poco tiempo de “En La Vereda…”. Si tomamos “impulsivo” por lo espontáneo, un porcentaje es lo que uno prepara previamente y el otro porcentaje queda libre para que si estás ahí y te salió un arreglo en la toma esa está buenísimo.
Miguel: Siempre al momento de sacar algo nos tiene que hacer flashar al poner play en la consola con el tema recién mezclado. Por suerte, nos pasó con todas las cosas que hicimos.
Pablo: Hay un momento clave que es cuando vos escuchás por primera vez el disco, pero también la previa, las ganas que vos tenés que llegue ese momento. Entonces por ahí sí, hubo una cuestión de que arrancó el 2007 y necesitábamos, no se por qué, un cambio drástico en lo musical, salir con algo contundente, algo fuerte. Y ahora, de a poco, está haciéndose desear ese momento.
Miguel: También, cuando sacás un disco con tanta energía concentrada como que tarda más tiempo en diluirse, en bajar la espuma de lo que generó ese disco. Hoy en día podríamos seguir tocando “Yacanto” sin problemas. Por suerte, hay canciones nuevas, pero si no existiera eso no nos quejaríamos tampoco.

-¿En qué momento y lugar sienten que está la banda hoy en día?
Pablo: Estamos muy contentos. Gracias al año pasado, pudimos parar en el verano, y también es necesario renovarse y volver con más ganas. Ahora, la vida nos encontró así, con nuevas pilas, con una fecha importante en Capital y lo que implica el armado y todo eso, con temas nuevos. Y lo que generan los temas nuevos es la ilusión de un nuevo disco, de una nueva etapa.
Miguel: La buena aceptación que sigue teniendo “Yacanto”, nos pone muy contentos.
Pablo: La convocatoria que seguimos teniendo, la verdad, es irreprochable. Terminamos el año con un recital agotado, arrancamos el año con otro agotado en San Miguel. Te hace sentir bien que la gente te venga a ver. Sabemos que Argentina está incluida en esta crisis que está sucediendo y sabemos que hay gente que le cuesta mucho más conseguir entradas, y a nosotros nos cuesta mucho más conseguir fechas, porque las producciones las hacemos nosotros y todo sube, uno trata de salvarse frente a todo esto. Por suerte, nos agarra en un buen momento. Ojalá que se mantenga y esperamos también poder sobrellevarla, tanto nosotros como el público. No son momentos fáciles, pero también es una sociedad, la nuestra, que está acostumbrada a vivir en crisis. De pronto, para un español, que en los últimos 20 años no hubo recesión, acostumbrarse a vivir en recesión es complicado. La verdad que para los argentinos, lamentablemente, es una costumbre.

-Recién hablaban de la independencia, ¿cuánto cuesta, más allá de lo económico, mantenerla?
Pablo: Si hablamos de este show del Konex, lo pusimos a cuenta nuestra, es propiedad de nuestro manager. Hicimos fue un convenio de alquiler de la sala de teatro, es según como le guste manejarse a cada banda. Nosotros no nos permitimos mucho no tener el control de las cosas, porque así nos sale, pero desde un orden de temas hasta la gráfica de un disco o hasta el estudio en que se graba el disco y el productor, si es que se elige uno. Siempre la pelota la tenemos nosotros.
Miguel: La gente cree que El Bordo va a El Teatro, se sube, toca, chau y listo. Que no se malentienda, hay independencia. Hoy en día con toda la estructura que ya tenemos, por suerte, podemos ir a El Teatro, subirnos y tocar. Atrás de eso hay toda una organización de una gente que nosotros elegimos. Si bien en Cemento la escenografía la colgábamos nosotros y ahora en El Teatro la cuelga un escenógrafo, no quiere decir que tengamos menos independencia, pero sí quiere decir que para mí, músico, resulta más fácil llevar adelante esa fecha, y eso es un cambio positivo, es un progreso, no tiene que ser mal visto. No hay que mezclar la independencia artística con la independencia cuando por ahí se refieren a ese tipo de comentarios.
Pablo: Me parece que igual tiene que ver con la infraestructura de cada lugar. Hay lugares que vos llegás y tienen escenario, luces y sonido, y hay clubes de barrio que no tienen nada y hay que remontar todo. Llevando todo uno está bueno porque estás seguro de que lo estás llevando vos y va a estar bien, pero tiene su precio. Es según qué fecha encares, pero así y todo el diseño de las entradas lo hacemos nosotros, no va a salir nunca algo que no queramos o no estemos de acuerdo.

-¿Desde cuándo se sienten músicos?
Miguel: Nos sentimos músicos, somos músicos… es complicada la pregunta. Yo toco desde los 12 y con El Bordo arranqué a los 15, pero no sé si hubo un día que dije “desde hoy soy músico”. Si te puedo decir que querés más la parte profesional sin dejar de lado lo otro, y no porque ser profesional es ser serio. Las dinámicas de laburo siguen siendo las mismas, somos todos amigos. Por ahí, antes éramos menos, eso es verdad, pero es parte del progreso.
Pablo: Yo creo que desde que te subís al escenario por primera vez, si vos no te creés músico es muy difícil volver a subir. Desde el momento en que hacés algo para mostrárselo a alguien, ahí ya sos músico.

-Ahora que estuvieron de vacaciones, ¿hicieron cada uno una reflexión de sus 10 años de vida?
Miguel: Sí, no sé si una reflexión, por más que haya vacaciones todos los días pensamos en la banda. O sea, cada uno se fue de vacaciones con su demo con los temas nuevos y lo escuchó. Yo estaba de vacaciones, pero ya sabía que estaba esta fecha y ya estaba craneando un montón de cosas. No se si es que hacés una reflexión, nosotros ensayamos todas las semana, prácticamente todos los días, y los diálogos se dan: “che, me parece que acá la pifiamos. ¿Por qué? ¿Qué puede ser?”. Eso está y así van saliendo las cosas.
Pablo: El tema de los 10 años es un límite, un punto redondo cronológicamente hablando, pero el día a día nosotros lo vemos exactamente igual, estamos tan felices del presente que tenemos como banda. Siempre tenemos las variables que tiene cualquier persona, que está contenta, que está más triste, pero la verdad que esas recapitulaciones de la historia las hacés en momentos de quiebre y en un final de algo o en el comienzo de otra cosa. Acá como está transcurriendo, cuesta ponerse a pensar en eso porque en realidad está pasando ahora.



Así, llegábamos al final de la charla con Miguel y Pablo de El Bordo, a una semana de lo que será su primera fecha fuerte del 2009.

-¿Se sienten afortunados?
Pablo: Sí, totalmente.
Miguel: Sí yo me imagino que un futbolista debe sentir algo parecido, jugás a la pelota y es tu trabajo. Los fines de semana tocar un instrumento y que eso sea tu medio para vivir dignamente, la verdad que sí. Más que uno ve las novias, los amigos que putean que el jefe, que la oficina, que 8 horas en cosas que no son lo que los apasionan, y ahora nosotros dedicamos todo el día a lo que nos apasiona. Se que eso ya es ser un afortunado.

-Un mensaje para los lectores.
Miguel: Sean felices, no se enrosquen.
Pablo: Supongo que este medio también lo deben leer muchos chicos que tienen bandas, asi que decirles a ellos que no bajen los brazos, que no se queden en el discurso de “no conseguimos lugares para tocar”. En realidad, si te movés, y no es por ponernos en consejeros, hay posibilidades. Es un país que te la hace muy complicada y en donde vivir de la música parece querer sacarle agua a las piedras, pero si hacés las cosas con ganas, dedicación, buena voluntad, de corazón y estando enamorado de lo que hacés, se puede, es lo fundamental.

2.3.09

"Jóvenes Pordioseros no murió, tuvo un hijo"



Así nos sugirió Cristian “Toti” Iglesias -un poco en chiste, otro poco en serio- que titulemos esta entrevista. Buen personaje del rock argentino para analizar, con tantos adeptos como opositores.

El líder de Hijos del Oeste, que este jueves 5 de marzo estará tocando en Asbury Rock de Flores y allá por el 15 de agosto pisará el mismo barrio para subirse al escenario de El Teatro, nos habló de todo.

Podría decirse que es un músico que está más allá del bien y el mal, Toti responde sobre el presente, pasado y futuro de su pasión.

-¿Como te sentís con el nuevo disco de Hijos del Oeste después de haber dejado atrás a Jóvenes Pordioseros?
Me siento muy cómodo, porque no me desprendí del contacto que tenia con la gente que seguía a Jóvenes, entonces me hacen sentir que sigue todo igual. Ahora, con respecto a la banda, siento que nos falta el paso de que nuestras tías conozcan que es Hijos del Oeste. La gente del rocanrol ya sabe que se separo Jóvenes y que se armaron dos bandas. Lo demás es solo cuestión de tiempo, no se pueden acelerara algunas cosas, tienen que madurar.

-¿Hubo algún cambio drástico de un momento para el otro?
No, yo no siento ningún cambio. Ensayamos en el mismo lugar que antes con Jóvenes, me rodeo con la misma gente, no siento un cambio. Por ejemplo, tocamos en El Teatro de Flores y nos fue bien, y la verdad que yo esperaba la mitad de la gente que fue. La verdad, estoy muy agradecido.

-¿Cómo es un día de ensayo de Hijos?
Mira, yo quiero unificar lo que era Jóvenes con lo que es Hijos, incluso los ex Jóvenes cambiaron la onda y no hacen rocanrol, entonces quiero unificar un poco esta banda y seguir tocando los temas que tocaba con Jóvenes. Y así, la gente que viene al ensayo escucha temas de Jóvenes y siempre hay gente.

-¿Cómo toma la banda hacer temas de Jóvenes Pordioseros?
Los chicos no escuchaban a Jóvenes, entonces es como tocar temas nuevos. Pero Jóvenes tiene 50 canciones, entonces sino tenés los discos, todos los temas que te pueda presentar son nuevos. Ahora, estamos haciendo uno ahora que ni yo me la acordaba: “Hermano”, del disco “Sangre” de Jóvenes.

-¿Desde cuando te sentís músico?
Yo no se si me siento músico. Siento que soy un pibe que intenta expresar lo que me pasa en las letras, siempre digo la verdad de lo que me pasa en las canciones, por eso a veces soy muy repetitivo. Y la verdad es que tengo una vida que transcurre en el rock, la noche y los vicios. Yo intento ser un transmisor de sentimientos.

-¿Seguís pensando lo mismo de la música hoy que en el día de tu primer ensayo?
Sigo pensando lo mismo. Creo que no hay bandas de rocanrol, somos pocos los que quedamos. Entonces, trato de seguir siempre con la mía, yo soy capaz de romper toda mi casa escuchando un rocanrol.

-¿Es difícil vivir de la música?
Está difícil porque no hay movida y no hay plata, está difícil mantenerse. En estos últimos tres años empeoró un montón la situación económica del país.

-¿Te sentís más profesional ahora que cuando empezaste?
Cuando era pibe tenía que hacer todo, y por suerte ahora tengo gente que es especialista a mi alrededor que se encarga de eso. Ya no depende de mí, creo que cuando recién empezas tenés que ser mar profesional, ahora me puedo tomar una cerveza, subir al escenario y enchufar que va a estar todo perfecto.

-¿El profesionalismo le quita diversión a lo que haces?
Por ahí, la seguidilla de recitales de las bandas que tienen una lista de temas y que manejan cierta estructura, ellos por ahí se aburren. Nosotros no tenemos lista de temas, subimos al escenario y todos los recitales son distintos. Yo tengo la libertad con los chicos de arrancar una canción por como estoy ese día, agarro una guitarra y los chicos se enteran en ese momento al igual que el público qué tema vamos a tocar. Eso es una adrenalina que ya teníamos en Jóvenes. ¡No seguir una estructura mata!

-Volviendo a tu pasado ¿cómo fue la primera vez que te encontraste con el rock?
Yo tenía entre ocho y nueve años y escuché “Rocas Vivas”, de Miguel Mateos. Ese fue mi primer acercamiento. Al año siguiente, ya escuchaba los Rolling Stones por mis primos mayores, que se olvidaron un disco en mi casa y lo puse y me cambio la vida. Fui otro pibe a partir de ese momento, tendría 9 años. Después, se olvidaron un cassette pirata de Los Redondos y empecé a escucharlos también. Y de ahí, también descubrí a Ratones. Ya de adolescente quería tener mi banda y a los 15 armé Jóvenes con unos pibes que ni sabíamos tocar. Pasaron siete u ocho años hasta que llegó la famosa gira de la costa y toda la historia que se conoce.

-¿Cuál fue la primera banda que fuiste a ver a un recital?
No me acuerdo loco, siempre pienso eso. No se si Viejas Locas en el barrio, en el año ’92, o si ya había visto a Los Redondos en Obras. No se, tengo esa duda siempre.

-El año pasado nos contabas que estabas intentando dejar un poco los vicios para hacer mejores show. ¿Cómo estas ahora?
Siempre intentado, es algo que no se deja. Trato de no cachibachear, me parece que lo importante es que no me veas ahí tirado en la calle porque me pasé, se cuando retirarme.

-¿Sentís que tenés que dar una buena imagen para los jóvenes que te siguen?
Yo no puedo darle consejos a nadie. Quiero que la pasemos bien y cuando hay menores intento de cuidar lo que digo. Trato de que nada sea fuerte, porque para mí las cosas que son cotidianas para otra persona le pueden chocar mucho. Una vez me pasó, y la verdad que me sentí sucio.

-¿Pensás que en tu caso hubo un clic al ver tanta gente que te sigue?
Lo que pasa es que cuando empezamos tocábamos en cemento a las 4 de la mañana y podías decir cualquier cosa, porque la gente era del mismo ámbito. Hoy hay que cuidarse porque los menores escuchan rocanrol. Yo les cuento lo que me pasa, pero no quiere decir que está bien. No está bien intoxicarse, es una salida de problemas que uno tiene o simplemente porque a uno le gusta joder.

-¿Cómo recibió el publico a “Estalla”?
A mí me dicen que el disco les gusta y se está vendiendo bien, las canciones las cantan como si fueran las de Jóvenes. Antes había una brecha entre las dos bandas, ahora tocamos y cantan todo. Para mí es una continuación. ¡Jóvenes Pordioseros no murió sino que tuvo un hijo! La gente que venía hace ocho años a ver Jóvenes está acá, vienen a ver a Hijos con sus remeras de Jóvenes y me hacen notar que está todo bien. Siempre traté de ser coherente y no fallarle a la gente, pero igual no se puede estar bien con todos. Yo se que si soy sincero conmigo lo soy con ellos, y el tiempo es el mejor juez, porque cuando se separo Jóvenes dijeron un montón de cosas y el tiempo está demostrando lo contrario.

-¿Cuales son los planes para este 2009?
Creo que tenemos hasta octubre fechas para todos los fines de semana. La idea es tocar donde sea y también siempre que se pueda tocar gratis.

-¿Cómo ves el momento del rocanrol?
La verdad que no hay muchas bandas de rocanrol. Estamos nosotros, La 25, Ratones, después en los barrios hay, pero vos pones dos horas en un radio y no pasan nada. ¿Sabés lo que pasó estos últimos años? Aumentaron las entradas y la gente que va a escuchar rocanrol es de una clase social media para abajo, y esa gente quedó afuera porque no pueden pagar una entrada 60 pesos todos los fines de semana.

-¿Las industrias están matando al rocalrol?
No. Esto es una ruleta, va dando vueltas, a veces el rock barrial está arriba, después el reggae, el camdombe. Lo importante es mantener la esencia. ¡Hoy cualquier cheto se fuma un faso y escucha reggae y dice estoy reloco!

-¿De acá a un año como te imaginás?
Igual que hoy. A dónde lleguemos con Hijos, sea El Teatro o la luna, a mí no me saca el sueño. Vamos a estar sentados acá con la misma gente que viene siempre a los ensayos, somos todos amigos.

-Un mensaje para todos tus seguidores
El tiempo siempre habla y yo estoy reagradecido de que hayan ido a El Teatro, al conurbano y a las fechas gratis, les agradezco. Además, soy un bendecido y no me olvido de donde vengo. A veces flasheo, pero yo soy un bendecido, yo caminada por Avenida Rivadavia para pedir monedas y ahora puedo invitar a al gente a tomar una cervezas. Creo que la gente me ayuda un montón y quiero seguir manteniendo esto porque no quiero volver a pedir monedas.

24.2.09

¡Viva Pappo!



Hace 4 años, Norberto "Pappo" Napolitano se fue de viaje para conquistar el oído de los dioses
, tras un accidente con su amda moto.
"El Carpo" se convirtió en inmortal, con el eterno sonido de su guitarra que lo mantiene vivo. ¿Qué mejor que recordarlo con su plena sinceridad, no?









"Lo importante es no mentir", Pappo.

23.2.09

Cosquín Rock 09': Día 3

La noche más convocante del festival mostró a Motor Loco, Don Vilanova y Viticus, ésta última homenajeando a Pappo con "El Forastero" entre su lista de temas. Aunque no fueron las únicas bandas presentes.

Los Gardelitos trajo el agite con "Oxígeno", "Los Penitentes", "Mezclas raras" y "Neanderthal", dejando el turno al set de Ratones Paranóicos.

El grupo liderado por Juanse no podían dejar afuera del Cosquín sus temas ya clásicos: "La Nave", "Carolina", "Booggie" y "El rock del gato", entre otros.
El cantante, se quejó mucho del ruido que porvenía del escenario dedicado al reggae, en donde se lucieron Dancing Mood, Riddim y Resistencia Suburbana.

Acercándose la noche, Las Pelotas subió al escenario principal para hacer "El Cazador", "Desaparecido", "Tormenta de Júpiter", "La Mirada del Amo", "Cómo se curan las heridas", "Siento, luego existo", "Máscaras de sal" y "Uva, Uva". "Este es el mejor festival de la Argentina y ojalá que siga por muchos años, aunque no estemos más", dijo Daffunchio, en una de sus tantas declaraciones relacionadas con la vida y la muerte.

A "Capitán América", cuyos acordes terminaron volcados en un "Happy Birthday to you", le siguió "Esperando el milagro", y luego la sorpresa: Daffunchio en el micrófono anunció que "Tengo el honor, el gusto, el placer, de que por este día un amigo nuestro sea también un pelotero, un amigo de la guerra: Fernando de Catupecu va a cantar este tema" y se largó "Sin Hilo" en una versión única. Las voces se enfrentaban tal como sucedió durante el show de Catupecu el viernes también en el Cosquín, donde el actual frontman pelotero estuvo de invitado. El tema concluyó con la dedicatoria en forma de grito de Ruiz Díaz: "¡Alejandro!".

Nuevamente recordando al Bocha, Daffunchio aconsejó a su público: "Que la muerte nos encuentre vivos con el escudo arriba y la lanza apuntando al corazón" y se pudo oír "Sueños de Mendigos", para terminar su set con "Hawai".

Cerca de las 23, en las pantallas del mismo escenario se veían imágenes de la naturaleza acompañadas por sonidos que parecían ser una guía que llevaba a la intro de "Civilización", Los Piojos arrancaron su show bien arriba y causando euforia en su público. "Manjar" enganchado con "Debedé", de Sumo, fueron los encargados de abrir, y "María y José", "Taxi boy", "Civilización", y "Angelito" de continuar con el ritual.

Todos los instrumentos de la banda tuvieron su solo en "El Farolito", con una intro bien preparada por Chucky De Ipola, parecida a la versión que hizo durante la presentación de su nuevo disco. Antes, la gente coreó los inflatables "Tan Solo" y "Luz de Marfil", para que luego Andrés Ciro saliera a tomar un descanso.


Entonces, Tavo se hizo cargo de la voz en "Sudestada" (dedicado a Sokol) y Micky en "Un buen día".

Luego, Los Piojos siguieron con "Fantasma", "Arco", "Merecido", "Desde Lejos No se ve", "Difícil" y "Ruleta", en una excelente versión reggae, ya que podían escucharse desde allí los acordes de Resistencia Suburbana, que estaba tocando en el otro escenario.

Cuando terminó "Pacífico", el típico amague del adiós anticipó "Bicho de Ciudad". Además, los de El Palomar homenajearon al Carpo con "El Viejo".

Por último, el cierre fue doble: primero, "Buenos Días Palomar" y la clásica lectura de banderas con "Finale"; y después, el enérgico ritual piojoso terminó con "Around & Around, Zapatos de gamuza azul", dejando incansables sonrisas en las más de 25.000 almas que estuvieron presentes.

Sólo falta una noche para que termine el festival de la montaña, habrá que ver qué traen entre manos Manu Chao y Kapanga el próximo viernes.

Resumen días anteriores, Cosquín Rock '09:

18.2.09

El Rock unido por Tar... ¿por tratar de entrar?

El recital a beneficio que brindarían León Gieco, Mancha de Rolando, Kapanga, Carajo, D-Mente, El Bordo y otras bandas fue suspendido debido a incidentes que se produjeron en la puerta del lugar por quienes no pudieron entrar. Es que la respuesta de la gente superó a la organización y El Teatro de Colegiales se llenó en muy poco tiempo.

Todo estaba planeado para que las puertas se habilitaran a las 17 y que 60 minutos más tarde se suba al escenario la primera banda, pero antes de las 16.30, el recintó había colmado su capacidad.


La gente comenzó a acumularse sobre la calle Federico Lacroze y mientras el tiempo pasaba, la violencia aumentaba también
. Escupidas, botellas y todo lo que estuviera al alcance de la mano volaba contra las puertas de El Teatro de Colegiales y contra quienes tuvieron que poner la cara para tratar de calmar a la gente.

Ante la insistencia de los que no pudieron entrar, se procedió a pedir las donaciones, pero obviamente, nadie obtuvo su entrada. Esto último hizo que muchos se enojen aún más, tanto como para unirse en una gran avalancha y hacer fuerza hasta entrar como fuese. Minutos más tarde, varias personas salieron desmayadas, llorando o sin aire. Evidentemente era imposible mantenerse adentro, pero cuando alguno salía, los empujones comenzaban otra vez.


La ira de quienes se quedaron sin ver a sus ídolos, a lo que le sumaron "haber dejado la donación sin recibir algo a cambio", los hizo permanecer en las puertas que dan a Federico Lacroze por más de 3 horas, haciendo cantos de protesta y cortando también la Avenida Álvarez Thomas.

Tras los incidentes, la Policía Federal intervino como pudo para poner orden, aunque la gente fue desconcentrándose por decisión propia.

También, hubo otros que simplemente aportaron lo suyo para ayudar a los damnificados en la ciudad salteña de Tartagal y al ver lo que pasaba fuera de El Teatro, se fueron pacíficamente. Al igual que los que iban saliendo del lugar tras no soportar el calor o al enterarse lo que pasaba en la calle a raíz de la suspención del show, que se comunicó alrededor de las 19.30.

Es claro que nadie predijo que más de 2.500 personas estarían dispuestas a colaborar y disfrutar de un recital a beneficio con bandas de gran peso en un recinto que apenas puede albergar unas mil con pocas monedas. Punto en contra para la organización, ya que al mezclar grupos de tanta convocatoria y de tan diversos estilos era obvio que iba a pasar lo que pasó.

Sin dudas, con una capacidad tan limitada para un evento que evidentemente necesitaba un lugar más grande, hubiese sido mejor recibir las donaciones los días previos y entregar entradas a cambio hasta tener todas agotadas.

Igualmente, el público también suma su punto en contra. El Festival era a beneficio de Tartagal, no a beneficio del gusto musical de cada uno. Lo lógico hubiese sido dejar las donaciones y marcharse pacíficamente tras haberse llenado la totalidad de la capacidad, inclusivemente insultando por lo bajo por el error de la organización. O, si tanto ansiaban entrar, esperar con tranquilidad que se produzca el recambio que siempre hay tras juntar tantas bandas de tan diversos estilos.

Según se rumoreó, el evento volverá a realizarse en un lugar con mayor capacidad en los próximos días. Esperemos que si hay una segunda oportunidad, todos la puedan aprovechar para disfrutar de ese rock tan deseado y solidario.

16.2.09

Música para compartir



El viernes pasado, Arbolito comenzó con su ciclo de fiestas con aire a peña en el Salón Sur de Pompeya (Avenida Saenz 459). Como invitados de lujo estuvieron los integrantes de Las Pastillas del Abuelo.

A penas pasadas las 12, Las Pastillas aparecieron en el escenario para empezar a alegrar la fiesta con su música. “¿Qué vicios tengo?”, “¿Me juego el corazón?” y “Perdido” comenzaron con este recital con aires de informal e íntimo.

Como siempre, un placer verlos y escucharlos. “Desde la postura”, “¿Qué carajo es el amor?”, “¿Quiero tener razón o ser feliz?”, “¿Hacia donde voy?” (las últimas dos con Bárbara Silva, de Mama Chabela, como invitada), “¿Qué hago esperando un puto as?” (Con Pedro, Agustín y Diego de Arbolito) y “¿Qué pretendo no saber?” también formaron parte del mini show pastillero.

Por último, “Peldaño” cerró el momento de Las Pastillas del Abuelo en la fiesta que como emblema lleva la palabra “compartir”.

Música, gente que seguía entrando, algunos pocos que se iban tras ver a la banda de sus amores. El aire de rock que se respiraba al comienzo se fue transformando en aire folklórico.

Así, llegó el turno de Arbolito, que se presentó ante todos con el instrumental “Amerika Bonita”.

El pogo se cambió por bailes clásicos de la música más tradicional de Argentina. “La mala”, “La recuperada”, “Chacarera de las cloacas”, “Niña Mapuche” y “Sobran” fueron uno de los tantos temas que sonaron en la madrugada porteña.

Pero Las Pastillas del Abuelo no fueron los únicos invitados. Los mendocinos Orozco Barrientos interrumpieron por un par de temas la presentación de Arbolito y se apoderaron del escenario, para aumentar aún más ese aire de peña.

El grupo que lleva su nombre debido a “Arbolito, el vindicador", un texto de Osvaldo Bayer que reivindica las luchas aborígenes del siglo XIX en el contexto de las primeras "Campañas del Desierto", empezó a despedirse de todos con “La novia”, el tema clásico para el cierre de sus recitales.

Dos bises quedaron antes del rutinario saludo final. Primero, y bajo el pedido previo de todo el campo, “Vinito y Amor”; y por último, para cerrar la noche como se abrió, a puro pogo, “El pibe de los astilleros”, de Los Redondos.

Un claro mensaje de Arbolito con sus fiestas: se puede crecer por caminos alternativos y la música se hizo para compartirla, escucharla, disfrutarla y bailarla.

4.2.09

Por fin, Divididos entró a grabar



No es una broma del día de los inocentes. Tampoco el fin del mundo. Lo que muchos le suplicaban a "la aplanadora" del rock hace varios años sucederá este 2009. Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella ingresaron al estudio de la quinta La Calandria de Parque Leloir ayer para comenzar a grabar el nuevo disco de Divididos.

Tras siete años, el power trío registrará doce canciones nuevas a su repertorio. El material aún no tiene título y se dieron a conocer el nombre de algunos de los temas confirmados: “Muerto a laburar”, “Buscando un ángel”, “Senderos”, “Hombre en U” y “Amapola del ‘66”.

¿Cuándo estará listo el nuevo disco de Divididos? Los músicos calculan que para fines de abril estará todo grabado, mezclado y masterizado, y que para fines de julio o agosto estará a la venta en las calles.

¿Por qué tanta diferencia entre la edición y la salida a la venta? Es que los integrantes de "la aplanadora" quieren sentarse a hablar con todas las discográficas interesadas y analizar la mejor propuesta, si es que alguna los satisface. Su idea es firmar un contrato por un solo disco.

En caso de no arreglar con ninguna discográfica, Divididos lanzará su nuevo material de forma independiente.

Además, se dio a concer que "Bolsa" González será el “drum doctor” y que Facundo Rodríguez y César Clementino los ingenieros de sonido.

Tarde de rock y fiesta



Sábado 31 de enero. Hermoso día soleado, ideal para disfrutarlo al aire libre. Los mates debajo de la sombra de algún árbol se cambiaron por mates bajo las tribunas del estadio del Parque Roca. Anteúltima fecha organizada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en donde Pablo Guerra, La Franela y Las Pastillas del Abuelo formaron parte de una gran jornada.

Curiosidad típica argentina: el evento se llevó a cabo en el predio que lleva el nombre del primer militar que utilizó la represión y la tortura, allá por el siglo XIX en la conocida Campaña del Desierto. Predio que justamente se ubica en unas tierras que aún no se terminaron de “conquistar” y urbanizar.

Tres mil, cuatro mil, cinco mil personas. Difícil de calcular. Desde muy temprano muchos jóvenes y no tan jóvenes se acercaban al Parque Roca para ver una nueva fecha gratuita, excelentemente organizada, con un sonido impecable que permitió disfrutar al máximo cada banda.

A las 17.30 en punto, con un sol radiante como iluminador, Pablo Guerra y su grupo dieron el puntapié inicial a la jornada. Con “Porque seguís en mi cabeza”, el ex guitarrista de Los Piojos y Los Caballeros de la Quema mostró lo mejor de su primer disco solista “Guerra Suelto” y explotó al máximo su set de media hora para mostrarse ante muchos que no lo conocían. Un músico de gran curriculum que no defraudó.



El estadio del Parque Roca se seguía llenando. Diez minutos después, alrededor de las 18.10, La Franela se subió al escenario para seguir con la tarde rockera.

La nueva banda de Daniel “Piti” Fernández, otro ex Los Piojos, demostró lo que promete y lo aceitada que está sobre las tablas, a pesar de tener muy pocos shows oficiales en su reciente historia.

“Lo que me mata” fue el segundo tema de la tarde. El primer corte de difusión de La Franela, y hasta ahora único grabado por el grupo, fue coreado por la mayoría de los que se acercaron al predio ubicado tras la gigante torre del Parque de la Ciudad.

Obviamente, la presentación del grupo liderado por Piti, que cumplió a la perfección su nuevo rol de cantante, tuvo condimentos piojosos. Acompañado por su amigo y ex compañero Gustavo Kupinski interpretaron “Llega el tren” y “Sudestada”.



El set de La Franela, que duró un poco más que el de Pablo Guerra, también tuvo covers, como “Dos Margaritas”, de Paralamas, y “Desaparecido”, de Las Pelotas.

Rock, funk, reggae, ska y hasta cumbia. Gran variedad musical en otra excelente presentación en la hermosa tarde soleada del sábado 31.

Ahora sí, todo estaba listo para el cierre con Las Pastillas del Abuelo, en un Parque Roca que se llenó. Alrededor de las 19, Piti, Bochi, Fer, Joel, Ale, Juan y Santi aparecieron en el escenario para empezar con su recital.

Con “Candombe de resacas”, Las Pastillas comenzaron con su set que duró una hora y media y tuvo espacio para las reflexiones.

Antes de interpretar “Desde la postura”, Piti leyó un poema de Eduardo Galeano para dar a conocer para quienes no sabían quién fue Julio Roca, militar que mandó a exterminar a los indios que habitaban en la Patagonia en la famosa Campaña del Desierto.

También, antes de cantar “Listas sábanas”, uno de los tantos inéditos del grupo, Las Pastillas del Abuelo hicieron pública una de sus tantas preguntas: ¿Quién es el encargado de urbanizar y garantizarles una vida digna a los barrios y villas que rodean el predio?



Fiesta. No cabe otra palabra para lo que genera esta banda, que suma adeptos por la sinceridad que transmite. “Cerveza”, “¿Me juego el corazón?”, “¿Qué vicios tengo?”, “Perdido”, “Tantas escaleras”, “¿Qué pretendo no saber?”, “¿Dónde esconder tantas manos?” y “Maldito y cortamambo” fueron algunas de las canciones que sonaron mientras bajaba el sol en la Ciudad de Buenos Aires.

Mención a parte de lleva “Enano”. No hay adjetivos para explicar lo que transmitió el tema cuando Las Pastillas engancharon “La Parabellum del buen psicópata”, de Los Redondos.



Por último, y para que la fiesta no tenga sabor de incompleta, todo el Parque Roca saltó, cantó, aplaudió y agitó con “Skalipso”, que contó con el clásico clavado de Piti hacia el campo, y “Otra vuelta de tuerca”.

Pasadas las 20.30, y con los últimos restos de sol, terminó otra excelente jornada de recitales gratuitos en la Ciudad. Solo quedaba recuperar energías y tener paciencia para el regreso a casa.

29.1.09

La Renga sigue dejando su huella



El sábado pasado, entre sierras, un río y tres escenarios, se llevó a cabo el Festival de la Huella Invisible, organizado por La Renga.

Más de 20 mil almas dijeron presentes en la larga jornada llena de rock. Lovorne fue la banda encargada de dar el puntapié inicial. Luciano Napolitano con su grupo interpretaron muchos clásicos de su idolatrado padre.

Luego, en la soleada tarde cordobesa, siguió Edelmiro Molinari, quien también siguió homenajeando a Pappo y, además, no se cansó de elogiar a La Renga. Su set contó con la presencia del ex baterista de Divididos Jorge Araujo en el cajón peruano.

Casi sin respiro, la tercera banda de la tarde dijo presente. MAD se encargó de energizar aún más el escenario. El cover “Highway to hell”, de AC/DC, fue el mejor momento de la banda liderada por “el Gato” Medina.

Pura atención en las sierras cordobesas. Desde España, el trío Koma se presentaba por primera vez en el país. Potencia pura para los europeos que sorprendieron a más de uno con sus letras y melodías.

De a poco las crestas se acercaban más al escenario. Era el turno de Los Violadores, quienes tenían que ganarse la aprobación de un público con otro gusto rockero, pero que demostró que se puede convivir y disfrutar de la gran rama familiar que abraza la palabra Rock. Es más, el grupo liderado por “Pil” sorprendió con una versión de “Clandestino”, de Manu Chao.

La convivencia siguió, y el público stone copó la valla. Los Gardelitos aparecieron sobre el escenario para mostrar todos los temas de su último disco “Oxígeno”, algo que disgusto a más de un fanático ilusionado con corear algún que otro clásico de los oriundos de Bajo Flores.

¡Mama, presta atención porque se viene El Tri de México! Alex Lora y su grupo rocanrolearon con todo el público argentino. “Triste canción de amor”, “Hey hey my my”, “Todo por el rock and roll”, “Víctimas de Cromagnon”, “Cuando tú no estás” y “Todo me sale mal” fueron muy bien incluidos en la lista de temas, sumando muchas gargantas desde el campo.



Ya de noche y empezando los primeros minutos del otro día, los organizadores del Festival de la Huella Invisible aparecieron sobre las tablas. Con “Almohada de piedra”, La Renga comenzó el set más esperado de la jornada, que repasó muchos clásicos, pero ninguno de sus primeros tres discos.

Lo más destacable fue cuando Chizzo le dedicó a su amigo Alejandro Sokol, recientemente fallecido, el tema “El final es en donde partí”, que siempre que lo invitaban a algún show lo cantaban a dúo.

Para finalizar con su presentación, los oriundos de Mataderos dieron lo mejor de si con “El revelde”, “El rey de la triste felicidad”, “La razón que te demora” y el himno renguero, “Hablando de la libertad”.

Cuando todos pensaban que el excelente festival sin grandes anunciantes terminaba llegó el “after hour”. Viticus se encargó de entretener a todos hasta que la tormenta logró que todo se terminara. Más clásicos de Pappo y zapadas, con Chizzo, Luciano Napolitano, varios integrantes de El Tri, y José Palazzo, productor del evento coronaron la gran iniciativa de La Renga, grupo que sigue dejando su huella en la historia del rock y demuestra que hay caminos alternativos para triunfar.

19.1.09

La Vela Puerca en el Auditorio Sur



La banda uruguaya estará girando este verano por el país: a los recitales de de la costa atlántica (que ya empezaron) y su participación en el Cosquín Rock hay que sumarle su escala en Temperley.

Sí, La Vela Puerca se presentará en el Auditorio Sur el sábado 24 de este mes para seguir repasando en Argentina lo mejor de su discografía.